La sorprendente sabiduría del cuervo
Por Jose Luis Gallego. Divulgador ambiental (@ecogallego)
En la mañana fría de invierno, el viñedo aparece difuminado por la niebla baja. La escarcha pinta de blanco los márgenes del camino y el paisaje entero transmite una sensación de desasosiego. De repente, un áspero lamento surge de entre la niebla. Se trata de un reclamo muy familiar para cualquier naturalista aficionado: la voz ronca e inconfundible de una de las aves de mayor tamaño de la fauna ibérica: el cuervo, al que los científicos califican con el nombre latino de Corvus corax.
Ejemplar de cuervo en el campo. Fotografía de: Ana Mínguez
Al poco surge de entre las nubes: majestuoso, grande, completamente negro. Con un lento batir de alas, logra ‘subirse’ a una térmica: las columnas de aire caliente que permiten a las aves veleras flotar en el aire con las alas extendidas. Eso le permitirá descansar colgado del cielo, volando en círculos ascendentes con las alas abiertas y oteando el horizonte, que empieza abrirse con los primeros rayos de sol.
Maltratado por la mitología, el refranero y las falsas leyendas del campo, el cuervo es una de las aves más excepcionales de toda Europa, y hoy en día figura también entre las especies más amenazadas. Los ornitólogos calculan que sus poblaciones han caído a la mitad en los últimos veinte años, con territorios enteros en los que el grajo se ha extinguido por completo. Por eso la observación de un cuervo es una de las citas más sobresalientes en el cuaderno de campo de todo ornitólogo.
Corpulento y de aspecto compacto, se trata del córvido europeo de mayor tamaño. Luce un plumaje enteramente negro, un negro azabache, brillante y con algunas irisaciones moradas. De cuello ancho y cabeza pequeña, en su silueta destaca su enorme pico, robusto y romo, exageradamente grande en comparación con la cabeza. Garganta barbuda, sobre todo en los machos de mayor edad (los machos de esta especie pueden llegar a superar los setenta años). Mide aproximadamente 65 centímetros de longitud y tiene una envergadura de hasta casi metro y medio. Puede superar el kilo y medio de peso.
Ejemplar de cuervo en un árbol. Fotografía de: Ana Mínguez
Ripario, territorial y sedentario, el cuervo vive en zonas rocosas y arboladas, mostrando preferencia por las peñas y cárcavas rocosas que se abren en el cauce de los ríos, desde la media a la alta montaña. Su vuelo pausado, alto y circular, se torna en acrobático durante el período de celo, cuando el macho inicia el cortejo de la hembra. Como decíamos, su reclamo es un graznido muy característico, profundo y seco, audible a gran distancia.
Se alimenta de todo lo que le salga al paso, literalmente. Su gran tamaño y su poderoso pico hacen que pueda actuar como una rapaz, capturando todo tipo de animales: desde pájaros y sus huevos hasta lagartijas y grandes insectos. Siente predilección por los topillos: por eso su presencia es tan celebrada por los agricultores que sufren sus daños cuando se convierten en plaga. También acude a carroñas y se alimenta todo tipo de frutos y semillas silvestres.
Respecto a su comportamiento, nuestro protagonista es una de las especies más conocidas del mundo, a la que se atribuyen sorprendentes dotes de sabiduría. Debido a ello, aparece en la mitología, las tradiciones y los ritos religiosos de diferentes pueblos de todo el planeta. En las sagas nórdicas, por ejemplo, el dios Odín aparece representado con dos cuervos posados, uno en cada hombro. Se trata de Huginn y Muninn, el pensamiento y la memoria, que cada amanecer sobrevuelan el mundo para informarle de lo cuanto acontece.
Ejemplar de cuervo en una rama de un árbol. Fotografía de: Ana Mínguez
En España, sin embargo, su imagen se ha asociado a menudo con los malos presagios y la brujería, lo que, unido a su clasificación como alimaña a mediados del siglo pasado, lo convirtió en una de las aves más acosadas hasta el punto de casi llegar a desaparecer de nuestros campos.
Más allá de las abundantes leyendas en las que aparece como protagonista, lo que está científicamente demostrado por los etólogos, es que se trata de un animal muy social, extraordinariamente inteligente y con una gran capacidad de memoria. Incluso muestra unas sorprendentes dotes para la imitación de la voz humana, lo que le permite reproducir frases enteras y mantener lo que podríamos llegar a calificar de ‘conversaciones’ con quienes lo han criado en cautividad.
Actualmente sus principales amenazas son el uso ilegal de veneno en el campo, la caza furtiva (se trata de una especie estrictamente protegida), los accidentes contra los tendidos eléctricos y las electrocuciones en las torres de alta tensión, así como el avance de la agroindustria y las grandes extensiones de monocultivos de regadío.