El invisible avetoro, elegido Ave del Año 2024 en España 

13 Febrero 2024
avetoro

Por Jose Luis Gallego. Divulgador ambiental (@ecogallego)

El avetoro común, un ave acuática de tamaño mediano, muy escasa y difícil de observar, ha sido elegida Ave del Año 2024 en España tras una votación popular convocada por la organización conservacionista SEO/Birdlife en la que han participado más de cinco mil personas. 

Esta curiosa especie de ardeida, a la que los ornitólogos clasifican con el nombre científico de Botaurus stellaris, se encuentra gravemente amenazada de extinción y simboliza el delicado momento que atraviesan los principales aguazales ibéricos que le sirven de hábitat, como el Delta del Ebro, Doñana o las Tablas de Daimiel. 

Especie de Avetoro, en su hábitat natural. Fuente: SEO Birdlife Jamie Hall – Shutterstock
Especie de Avetoro, en su hábitat natural. Fuente: SEO Birdlife Jamie Hall – Shutterstock 

Tras tres años de intensa sequía, provocada por el cambio climático y agravada por la sobreexplotación de los acuíferos, el delicado estado de conservación de estos tres importantes espacios naturales, como el de la mayoría de las zonas húmedas españolas, pone en peligro a la rica biodiversidad que albergan.     

Conocido entre los amantes de las aves como ‘el fantasma de la marisma’, el avetoro es una de las especies más esquivas y difíciles de observar de toda la fauna ibérica. El críptico tono de su plumaje, con rayas marrones y pardas sobre fondo crema, y su capacidad para permanecer escondido entre las cañas durante largos períodos de tiempo, hacen que pase desapercibido a la mirada de los naturalistas que intentan avistarlo. 

Lo único que delata claramente la presencia del avetoro es su potente y singular reclamo: un mugido seco y profundo que emite una y otra vez y que resuena por toda la laguna, especialmente durante los meses de febrero y marzo, coincidiendo con la época de celo de la especie. Y es precisamente ese parecido con el mugido de una vaca o un toro lo que le ha valido su nombre vulgar. 

El sonido que emiten las aves silvestres se convierte a menudo en la mejor pista para localizarlas y llegar a identificarlas. Incluso en el único cuando se trata de aquellas especies que, como el avetoro, logran mimetizarse perfectamente en el paisaje que las rodea. Y es que, a pesar de su destacado tamaño, pues mide 80 centímetros, pesa alrededor de kilo y medio y hace 1,3 metros de envergadura, cabe insistir en que la posibilidad de ver a un avetoro mientras permanece agazapado entre la vegetación es prácticamente nula. 

 

Ejemplar de Avetoro. Fuente: SEO Birdlife  Mark Caunt - Shutterstock
Ejemplar de Avetoro. Fuente: SEO Birdlife  Mark Caunt - Shutterstock

Habitante exclusivo de los humedales, prefiere los que se mantienen con niveles de agua estables y rodeados de zonas de carrizo y cañaveral. También puede instalarse en los márgenes de los ríos, arrozales, marismas y zonas pantanosas con abundante vegetación. Su dieta está basada en insectos acuáticos, peces, anfibios, reptiles y micromamíferos como las musarañas. Siente predilección por los cangrejos rojos americanos, por lo que constituye un valioso aliado en el control de esta especie invasora.  

Respecto a su estado de conservación, desde SEO/Birdlife han querido aprovechar su elección como ave del año para denunciar la delicada situación que atraviesan los humedales ibéricos. Algo que, junto al constante descenso de sus poblaciones en los últimos cuarenta años, hacen presagiar un futuro muy incierto para la especie. 

Actualmente el avetoro está catalogado como especie en peligro crítico en el Libro Rojo de las Aves de España, y cada vez resulta más raro escucharlo en algunos de los aguazales donde hasta hace poco solía tener presencia, como la Albufera de Mallorca o los Aiguamolls de l’Empordà. A nivel nacional, y según los últimos censos, su población es tan exigua que apenas podría contar con medio centenar de machos territoriales.

Todos los expertos coinciden en señalar que las medidas para evitar la extinción pasan por la necesidad de iniciar una gran campaña estatal para la regeneración y la protección de las zonas húmedas de nuestro país, el 85% de las cuales se encuentra en un estado de conservación preocupante según los últimos estudios. 

Si no logramos detener de manera urgente la sobreexplotación de los acuíferos, y si no se pone en marcha un plan nacional para paliar los graves efectos que está teniendo la sequía en nuestros humedales, la suerte del avetoro, como la del resto de las aves acuáticas de la fauna ibérica estará echada.